¿Cómo se realiza una elevación de seno maxilar? ¿Cuándo hay que hacerla?
Publicación: 20 NOVIEMBRE 2023

Cuando una persona pierde un diente, lo más adecuado es reponerlo lo antes posible con un implante. En caso contrario, el hueso maxilar empieza a atrofiarse y a perder volumen progresivamente. Muchas personas deciden reponer los dientes perdidos años después, en lugar de inmediatamente. En estos casos, hay muchas posibilidades de que los cirujanos tengamos que recurrir a una elevación de seno maxilar.

¿Qué es la elevación del seno maxilar?

La elevación del seno maxilar es un procedimiento quirúrgico que tiene como objetivo aumentar la cantidad de hueso en el maxilar superior, normalmente en la zona posterior, la de los molares y premolares. Con esta cirugía, conseguimos crear una base ósea adecuada para colocar implantes dentales en aquellos pacientes que no cuentan con suficiente hueso para soportar los implantes.

En este punto, se debe recordar que los senos maxilares son dos cavidades que se encuentran a cada lado de las fosas nasales. Concretamente, están situadas en el hueso maxilar, justo por encima de los dientes superiores.

¿Cómo se hace una elevación de seno maxilar?

Los principales pasos para realizar una elevación de seno maxilar son los siguientes:

  • Anestesia local: antes de hacer la elevación de seno se administra anestesia local al paciente, la cual se puede acompañar de sedación consciente. Esta es una técnica muy utilizada en Implantología que permite llevar al paciente a un estado de máxima relajación, para que se quede dormido durante la cirugía y no tenga recuerdos de ella.
  • Incisión en la encía: a continuación, se realiza una incisión en la encía para exponer el hueso del maxilar superior.
  • Elevación de la membrana de Schneider: posteriormente, se crea una ventana de acceso a través de la pared lateral del seno y se eleva la membrana de Schneider, la cual recubre el hueso del seno maxilar. Con sumo cuidado para no dañarla se eleva con el objetivo de crear el espacio necesario para añadir el injerto.
  • Relleno con el material de injerto óseo: al elevar la membrana, se crea un espacio debajo de ella que posteriormente se rellena con un material de injerto óseo. Este material puede ser tomado del propio paciente (autoinjerto), de un donante humano o animal (aloinjerto o xenoinjerto) o ser sintético.
  • Periodo de curación: tras la colocación del injerto, se cierra la incisión en la encía con puntos de sutura. En este momento, empieza un período de curación que puede variar significativamente en función de cada paciente. Mientras en algunos casos se pueden colocar los implantes dentales el mismo día de la elevación de seno, en otros hay que esperar hasta siete meses. Esto depende, fundamentalmente, de la cantidad de injerto óseo utilizado y de la capacidad de curación del paciente.

Tipos de elevación de seno

Según la técnica quirúrgica empleada, la elevación del seno maxilar puede clasificarse en dos tipos: elevación de seno abierta y elevación de seno cerrada. Normalmente, la elección entre una técnica u otra depende de la cantidad de hueso de la que disponga el paciente.

Elevación de seno abierta

Por lo general, la elevación de seno abierta es apropiada cuando hay una pérdida ósea considerable y se necesita un gran volumen de injerto óseo. En consecuencia, resulta más invasiva que la elevación de seno cerrada y puede requerir un tiempo de recuperación más prolongado.

Elevación de seno cerrada o atraumática

Generalmente, la elevación de seno cerrada es adecuada cuando la necesidad ósea es menor, ya que el paciente dispone de un mayor volumen y altura de hueso. Al ser el injerto más pequeño, este tipo de elevación de seno requiere crear menos espacio.

En consecuencia, la elevación de seno cerrada es menos invasiva que la elevación de seno abierta, tiene un tiempo de recuperación más corto y, en muchos casos, permite la colocación simultánea del implante dental.

¿La elevación de seno maxilar duele?

La elevación del seno maxilar se realiza bajo anestesia local, la cual sirve para adormecer el área intervenida. Por ello, el paciente no debería sentir dolor durante el procedimiento.

Después de la cirugía, cabe la posibilidad de experimentar algunas molestias y sensibilidad, las cuales forman parte del proceso natural de curación. Aunque el grado de molestia postoperatoria puede variar de una persona a otra, suele ser manejable con medicamentos analgésicos, los cuales se deben tomar según las indicaciones del cirujano.

En resumen, aunque la cirugía de elevación de seno no duele debido a la anestesia, cabe la posibilidad de sentir alguna molestia durante el proceso de recuperación. En cualquier caso, estos síntomas se pueden manejar con la medicación y los cuidados postoperatorios apropiados.

Postoperatorio de la elevación de seno maxilar

El postoperatorio de una elevación del seno maxilar es una fase crucial para contribuir al éxito del procedimiento y minimizar las complicaciones. Los principales cuidados que se deben seguir durante el proceso de recuperación son los siguientes:

  • Dolor e inflamación: es importante seguir las indicaciones del cirujano respecto a la medicación analgésica y antiinflamatoria recetada para controlar el dolor y reducir la inflamación.
  • Enjuagues: durante las primeras 24 horas no se debe enjuagar la boca ni escupir, ya que cualquiera de esas acciones puede interrumpir la formación del coágulo, lo que ralentizaría el proceso de curación y podría aumentar el sangrado.
  • Higiene bucal: mantener una buena higiene oral es crucial durante todo el postoperatorio de la elevación de seno maxilar. Sin embargo, se debe usar un cepillo quirúrgico (de cerdas suaves) durante todo el proceso de recuperación.
  • Actividad física: se aconseja evitar actividades físicas intensas durante la primera semana, ya que esto puede aumentar el sangrado o la inflamación. En el caso de practicar deportes de contacto (fútbol, baloncesto…) se debe preguntar al cirujano cuándo retomarlos.
  • Dieta: durante los primeros días, y hasta que las molestias cesen, se recomienda seguir una dieta blanda. Asimismo, se deben evitar los alimentos muy calientes, picantes, ácidos, duros o crujientes, ya que pueden irritar la zona intervenida.
  • Revisiones: resulta indispensable acudir a todas las citas de revisión pautadas por el cirujano, con el objetivo de que el profesional pueda realizar un seguimiento de la recuperación y abordar a tiempo cualquier complicación postoperatoria.
  • Signos de complicación: por último, es importante conocer y prestar atención a los signos de complicación. Por ejemplo: sangrado excesivo, dolor intenso que no mejora con medicación, inflamación severa, fiebre, supuración…. En caso de experimentar alguno de estos síntomas, se debe contactar inmediatamente con el cirujano.

Tanto la cirugía de la elevación de seno maxilar como el proceso de recuperación pueden variar de una persona a otra. Por tanto, si tienes alguna duda sobre tu caso concreto, te recomendamos abordarla directamente con nuestros cirujanos, en una primera consulta sin compromiso.