Mordida cruzada: causas, síntomas y tratamientos
Publicación: 3 DICIEMBRE 2024

La mordida cruzada es una alteración en la alineación dental que puede afectar tanto a niños como a adultos. Si no se trata adecuadamente puede causar diversos problemas funcionales e impactar en la estética de la sonrisa. Por ello, en este artículo te explicaremos en detalle qué es la mordida cruzada, sus consecuencias y las diferentes opciones de tratamiento para corregirla.

¿Qué es la mordida cruzada?

La mordida cruzada es una alteración que afecta al alineamiento de los dientes, ya que las piezas dentales superiores no encajan correctamente con las inferiores cuando la persona cierra la boca. En concreto, la mordida cruzada se produce cuando los dientes inferiores sobresalen respecto a los superiores y quedan por fuera. En cambio, en una mordida adecuada, los dientes superiores deben quedar por fuera de los inferiores.

La mordida cruzada puede presentarse de diversas formas, tanto en la parte anterior o posterior de la boca como en los laterales. A menudo, esta maloclusión se detecta durante la infancia, pero puede persistir en la edad adulta si no se trata adecuadamente.

Causas de la mordida cruzada

La mordida cruzada se desarrolla en los primeros años de vida, durante la etapa de formación de los dientes y los huesos maxilares (maxilar superior y mandíbula). Puede deberse a múltiples causas, que van desde factores genéticos hasta hábitos adquiridos durante la infancia. A continuación, te contamos cuáles son las principales razones por las que se desarrolla esta maloclusión.

Factores genéticos

La genética juega un papel importante en la aparición de la mordida cruzada, ya que la estructura ósea y la disposición de los dientes pueden heredarse de padres a hijos. Hay determinadas ocasiones en las que el maxilar superior no se desarrolla lo suficiente (hipoplasia maxilar) por lo que resulta pequeño y estrecho. En otros casos, es la mandíbula la que se desarrolla en exceso (hiperplasia mandibular). 

Hábitos orales en la Infancia

Algunos hábitos orales adquiridos durante la infancia, ya sean conscientes o inconscientes, pueden tener un impacto significativo en la formación de la mordida cruzada. Los principales ejemplos son los siguientes:

  • Succión del dedo pulgar: el hábito de succionar el pulgar, especialmente si persiste más allá de los dos o tres años, puede ejercer una excesiva presión sobre los dientes y los huesos maxilares, lo que altera su desarrollo.
  • Uso prolongado del chupete: el uso prolongado del chupete, más allá de los dos o tres años, también puede causar mordida cruzada. Al igual que en el caso anterior, la presión constante puede alterar la posición natural de los dientes y afectar al desarrollo óseo.
  • Colocación incorrecta de la lengua: los niños que apoyan su lengua en los dientes, en vez de sobre el paladar, también pueden desarrollar mordida cruzada.
  • Respiración oral, en lugar de nasal: respirar por la boca puede derivar en múltiples efectos, ya que ocasiona alteraciones en la posición de la lengua y falta de estímulo sobre el maxilar superior. Esto último se debe a que la respiración nasal ayuda a guiar su desarrollo.

¿Cómo saber si tienes la mordida cruzada?

Detectar la mordida cruzada a tiempo puede evitar complicaciones futuras y tratamientos complejos. Los síntomas que pueden indicar la presencia de esta alteración son los siguientes:

  • Desgaste desigual de los dientes.
  • Dificultades o molestias al abrir o cerrar la boca, morder y masticar.
  • Chasquidos al abrir o cerrar la boca.
  • Sensación de sobrecarga en la mandíbula.
  • Dolores de cabeza.
  • Dolores de oído.
  • Mareos.

¿Qué consecuencias tiene la mordida cruzada?

La mordida cruzada puede ocasionar diversas complicaciones funcionales e impactar negativamente en la estética de la sonrisa. A continuación, te describimos las principales consecuencias de esta maloclusión:

  • Problemas relacionados con la alineación dental: una mordida cruzada puede hacer que los dientes se desalineen, lo que deriva en una mordida desigual y desgastes en el esmalte de los dientes. Además, la falta de alineación dificulta la higiene dental, lo que aumenta el riesgo de sufrir enfermedades bucodentales como la caries, la gingivitis y la periodontitis.
  • Complicaciones en la articulación temporomandibular (ATM): la ATM, que es la articulación que une la mandíbula con el cráneo, puede verse afectada por los desequilibrios en los huesos maxilares. Como consecuencia, pueden aparecer el dolor, los chasquidos y las dificultades para abrir o cerrar la boca.
  • Impacto en la estética facial: la mordida cruzada puede alterar la apariencia facial y perjudicar la simetría y armonía del rostro.

¿Cómo se puede corregir la mordida cruzada?

Existen varios tratamientos para corregir la mordida cruzada, los cuales varían en función de la severidad del caso y la edad del paciente.

Tratamientos de ortodoncia interceptiva

Los tratamientos de ortodoncia interceptiva se utilizan, principalmente, para solucionar la mordida cruzada en niños de entre seis y nueve años. El aparato más usado es el disyuntor de paladar, que ayuda a guiar y estimular el crecimiento del maxilar superior. Los expansores de paladar también pueden ser empleados en adolescentes y adultos jóvenes, pero en estos casos es necesario apoyarse en el uso de microtornillos.

Tratamientos de ortodoncia

Los tratamientos ortodónticos son la primera opción para corregir la mordida cruzada en adultos y adolescentes, ya que permiten realizar micromovimientos en los dientes y moverlos hasta su posición correcta. Según la situación de cada paciente, el ortodoncista puede recomendar uno de los siguientes métodos:

  • Brackets: pueden ser metálicos, estéticos (de cerámica o zafiro) o linguales. Estos últimos van colocados en la cara interna de los dientes y se caracterizan por ser 100% invisibles.
  • Alineadores transparentes: hoy en día, los alineadores son más demandados que los brackets. Esto se debe, sobre todo, a su buena relación calidad-precio y a que resultan, en general, más cómodos que los brackets.

Tratamientos combinados de ortodoncia y cirugía ortognática

En casos severos, cuando los tratamientos ortodónticos no son suficientes, puede ser necesaria una intervención quirúrgica. La cirugía ortognática se realiza para corregir las discrepancias graves que afectan al tamaño y la posición de los huesos maxilares, lo cual no puede solucionarse únicamente con ortodoncia.

Fisioterapia

Además de los tratamientos principales, la fisioterapia puede ayudar a aliviar o revertir las consecuencias de la mordida cruzada. Por ejemplo, la terapia manual puede aligerar la tensión muscular en la mandíbula y la cabeza, lo que contribuye a reducir el dolor y mejorar la movilidad de la boca.

¿Cuánto tiempo se tarda en corregir la mordida cruzada?

El tiempo necesario para corregir la mordida cruzada varía según la gravedad del caso, el tratamiento elegido y la edad del paciente. En general, los tratamientos de ortodoncia suelen durar entre 18 meses y 24 meses. En cambio, los tratamientos combinados de ortodoncia y cirugía ortognática pueden extenderse hasta los 36 meses.

No obstante, te recordamos que cada caso es único y debe valorarse de manera individualizada. Si presentas mordida cruzada y quieres saber cuánto tiempo tardaremos en corregirla, llama hoy mismo a las clínicas dentales MAEX y solicita una primera consulta informativa con nuestro equipo de ortodoncistas.