En nuestras clínicas dentales contamos con tres tipos de blanqueamiento. Cada uno de ellos ofrece una serie de ventajas y características que detallaremos a continuación.
Blanqueamiento con férulas
El blanqueamiento dental con férulas es aquel que se lleva a cabo en casa del paciente. Para ello, la persona debe colocarse, durante un número determinado de horas al día, unas férulas con un gel blanqueador.
Tanto la cantidad de horas diarias como el número de días de tratamiento serán pautados de manera personalizada por nuestros odontólogos. Esto se debe a que el color y el esmalte de los dientes pueden variar mucho de un paciente a otro.
Lo más habitual es que el paciente se coloque las férulas por la noche, mientras duerme, durante un plazo de 20-30 días.
Blanqueamiento con luz fría o luz LED
El blanqueamiento dental con luz fría o luz LED consiste en una o dos sesiones de lámpara en la clínica dental. Al igual que en el caso anterior, será uno de nuestros dentistas quien paute tanto el número de sesiones como la duración de dichas sesiones (normalmente, entre 30 y 40 minutos).
El blanqueamiento con lámpara de luz fría se realiza en la clínica dental ya que utiliza mayores concentraciones de agente blanqueador. Por ello, requiere que el profesional aisle las mucosas de la boca (labios, encías…) para evitar que el gel las dañe.
Blanqueamiento combinado
Como su propio nombre indica, el blanqueamiento combinado es aquel que une los dos procedimientos anteriores. Por un lado, cuenta con una o dos sesiones de lámpara de luz fría en la clínica. Por otro lado, consta de una parte que se realiza en casa del paciente.
Si tuviéramos que elegir entre uno de los tres tratamientos, nos decantaríamos sin duda por el blanqueamiento dental combinado. Todos los procedimientos son efectivos y consiguen rebajar varios tonos el esmalte del diente.
Sin embargo, la combinación de los dos tratamientos permite que el color se pueda aclarar aún más y que los resultados se prolonguen durante más años.