Alineadores invisibles: ¿cómo funcionan y cuáles son sus ventajas?
Publicación: 17 ENERO 2024

Los alineadores invisibles se han consolidado como el tratamiento de ortodoncia más demandado por los pacientes adultos. De hecho, han ido desplazando del mercado a otros sistemas ortodóncicos, como los brackets metálicos, los brackets estéticos o la ortodoncia lingual. Si quieres saber por qué, sigue leyendo. Entre otras cosas, vamos a hablar de las principales ventajas de los alineadores invisibles.

¿Qué son los alineadores invisibles?

Los alineadores invisibles son un tratamiento de ortodoncia que permite corregir las alteraciones que afectan al alineamiento y la mordida de los dientes. A diferencia de los brackets tradicionales, los alineadores se caracterizan por ser removibles -por lo que pueden ser retirados por el paciente- y transparentes -por lo que están indicados para personas que desean corregir la posición de sus dientes de manera discreta-.

Además, los alineadores invisibles se fabrican a medida de cada paciente y se cambian cada 10-14 días, aproximadamente. De esta manera, cada juego de férulas realiza los movimientos planificados por el ortodoncista.

Los alineadores invisibles están indicados tanto para adultos como para adolescentes. En cualquiera de estos casos, permiten solucionar las principales maloclusiones dentales: apiñamiento, sobremordida, diastemas (espacios entre los dientes), mordida abierta, mordida cruzada, etc.

¿Cómo funciona el tratamiento con alineadores invisibles?

El tratamiento con alineadores invisibles exige una planificación cuidadosa y minuciosa por parte del ortodoncista. A continuación te explicamos, a grandes rasgos, cómo funciona este tratamiento paso a paso:

1- Estudio inicial

El primer paso consiste en realizar un completo estudio al paciente, con el objetivo de valorar su situación de partida y determinar si los alineadores invisibles son adecuados para corregir su problema dental.

Además, es fundamental comprobar si la persona goza de un buen estado de salud bucodental antes de someterse al tratamiento. En caso contrario, el ortodoncista deberá valorar la posibilidad de tratar cualquier problema o enfermedad oral antes de iniciar el tratamiento de ortodoncia.

Para llevar a cabo este estudio previo se realiza, entre otras cosas, una exploración bucodental y se toman una serie de fotografías y radiografías. En el caso de que el ortodoncista lo crea conveniente, también puede solicitar alguna otra prueba adicional, como un CBCT, que nos dará mucha más precisión diagnóstica.

2- Toma de impresiones o escaneado

En segundo lugar, es necesario tomar medidas de los dientes del paciente para poder fabricar los alineadores invisibles a medida. Esto puede hacerse con los tradicionales moldes de alginato o con un escáner intraoral en tres dimensiones.

3- Planificación digital del tratamiento

Una vez obtenidos todos los registros del paciente (radiografías, fotografías, medidas…), el ortodoncista planifica el tratamiento de ortodoncia.

Los tratamientos con alineadores invisibles incorporan un software especializado que permite simular y visualizar la posición de los dientes a lo largo de las diferentes etapas del tratamiento. Es decir, desde el inicio hasta el resultado final deseado.

4- Fabricación de los alineadores invisibles

Con el plan de tratamiento diseñado por el ortodoncista, se fabrican los alineadores invisibles a medida. Para ello, el profesional enviará al laboratorio encargado de la fabricación de las férulas unas instrucciones muy detalladas. Además, hoy en día ya contamos con la posibilidad de imprimir de forma directa algunos casos en nuestra propia clínica dental.

En este punto, se debe enfatizar que el peso del tratamiento y de la planificación recae en el ortodoncista, y no en el laboratorio o la marca de alineadores invisibles. El ortodoncista es el profesional que diseña, paso a paso, los movimientos graduales que debe realizar cada diente, a lo largo de los meses de tratamiento, para llegar hasta la posición óptima.

Por tanto, el laboratorio confecciona los alineadores invisibles bajo los criterios y las indicaciones del ortodoncista.

5- Uso de los alineadores invisibles

A lo largo del tratamiento, el paciente debe llevar los alineadores invisibles durante 22 horas al día. Esto implica que solo se los debe quitar para comer y cepillar los dientes. Además, cada juego de férulas está diseñado para ser utilizado durante un tiempo determinado, entre 10-14 días, aproximadamente.

Tras este plazo, el paciente debe cambiar al siguiente juego. De esa manera, cada uno de los juegos de alineadores realiza una serie de movimientos concretos en los dientes.

6- Revisiones periódicas

A lo largo del tratamiento, el paciente deberá acudir a varias revisiones, que pueden hacerse cada 1-3 meses, en función de cada caso. Esto se debe a que, hoy en día, podemos controlar al paciente en remoto con la ayuda de la inteligencia artificial.

En las citas de revisión, el ortodoncista evaluará los progresos del tratamiento y comprobará si sigue la evolución prevista. Además, facilitará al paciente los siguientes juegos de alineadores invisibles, es decir, aquellos que utilizará hasta la próxima revisión.

7- Fin del tratamiento y retención

Una vez que los dientes han alcanzado la posición deseada, se retiran los alineadores invisibles. A partir de este momento, y para poder mantener los dientes en su nueva posición, es fundamental usar retenedores, ya sea fijos o removibles. En una gran cantidad de casos, será necesario utilizar ambos. De todas formas, la indicación sobre el uso de retenedores será a criterio del ortodoncista, en función de cada caso.

Lo que sí podemos decirte es que los retenedores están pensados para ser cómodos y no interferir en la rutina diaria. Los retenedores fijos son unos finos alambres metálicos que se colocan en la cara interna de los dientes. Por su parte, los retenedores removibles son unas férulas similares a los alineadores invisibles. En este último caso, lo más habitual es que tengan que ser llevados, únicamente, para dormir.

¿Cuáles son las ventajas de los alineadores invisibles?

Los alineadores invisibles ofrecen una serie de ventajas muy relevantes, especialmente si se comparan con los brackets metálicos convencionales. Sus principales beneficios son los siguientes:

  • Estéticos: para la inmensa mayoría de los pacientes, la ventaja más valorada de los alineadores invisibles es su alta estética, ya que son muy discretos ante la mirada de los demás, incluso en distancias cortas. Los alineadores invisibles están confeccionados con un material plástico muy fino y transparente.
  • Cómodos: además de ser muy finos, los alineadores presentan cierta flexibilidad y cuentan con bordes redondeados. Además, están fabricados a medida de cada paciente, para conseguir un ajuste óptimo, y no cuentan con alambres ni elementos metálicos. Todo ello aumenta la comodidad de los alineadores invisibles y reduce el riesgo de irritación en la boca.
  • Removibles: los alineadores invisibles deben ser retirados para comer, cepillar los dientes y usar hilo dental. Además, el paciente puede quitárselos en situaciones puntuales, como para asistir a una boda o un evento social. Sin embargo, en estos casos, hay que tener en cuenta que un menor uso puntual debe compensarse los días siguientes. El hecho de llevar los alineadores menos tiempo del recomendado (22 horas diarias) puede derivar en retrasos en el tratamiento. O, peor aún, puede provocar que los alineadores no consigan los objetivos previstos.
  • Higiénicos: el hecho de que los alineadores sean removibles facilita la higiene dental ya que, al lavar los dientes, no hay ningún elemento que interceda con el cepillo. El principal beneficio de esto es que una buena higiene oral reduce el riesgo de padecer determinadas enfermedades bucodentales (caries, gingivitis, periodontitis…)
  • Menos restrictivos con la dieta: otra de las ventajas de los alineadores invisibles es que el paciente puede comer lo que quiera. Es decir, no tiene que evitar los alimentos que suelen estar restringidos con los brackets (kikos, turrón duro…).
  • Menos lesivos: en comparación con los brackets tradicionales, los alineadores invisibles resultan más seguros a la hora de practicar determinados deportes de contacto (fútbol, baloncesto, boxeo…). En caso de traumatismo, al no contener elementos metálicos, el riesgo de lesión es menor.
  • Predecibles: dado que los alineadores invisibles van asociados a un software de planificación, resulta más sencillo predecir la evolución del tratamiento de principio a fin. En las visitas de revisión, el ortodoncista puede comprobar si los progresos reales del paciente están en línea con lo planificado en un inicio.
  • Menos visitas al ortodoncista: este es otro de los beneficios más valorados por los pacientes. Normalmente, las personas que llevan alineadores deben acudir con menor frecuencia al ortodoncista. Esto se debe a que el paciente puede cambiarse por sí mismo los alineadores (cada 10-14 días) y a que las urgencias son menos frecuentes. Por ejemplo, no hay brackets que se despeguen o arcos metálicos que se claven.

¿Qué es mejor brackets o alineadores invisibles?

Esta es una de las principales dudas que nos plantean nuestros pacientes. Sin embargo, lo cierto es que para determinar si son mejores los brackets o los alineadores invisibles hay que analizar diversos factores. Entre ellos, destacan los siguientes:

  • Complejidad del caso.
  • Estilo de vida del paciente.
  • Higiene bucodental.
  • Disponibilidad para acudir a la clínica.
  • Importancia de la estética o del precio del tratamiento.
  • Disciplina a la hora de quitarse y ponerse los alineadores.
  • Etc.

Para poder ofrecer una buena recomendación, nuestros ortodoncistas tratan todos estos asuntos con el paciente y, en función de la información obtenida, recomiendan qué tratamiento es mejor para él: los brackets o los alineadores invisibles.

Si quieres una valoración personalizada o una respuesta concreta para tu caso, te recomendamos llamar a nuestras clínicas dentales para solicitar una primera visita informativa con el equipo de ortodoncistas.