Brackets linguales: ventajas y desventajas
Revisión: 20 NOVIEMBRE 2023

Los brackets linguales son el tratamiento de ortodoncia más estético que existe actualmente, ya que es el único completamente invisible. Esta cualidad hace que los brackets linguales sean escogidos por los pacientes que priorizan la estética sobre cualquier otro aspecto. Sin embargo, tal y como explicaremos en este artículo, los brackets linguales están siendo progresivamente desplazados por otro tratamiento: la ortodoncia invisible.

En este artículo, te explicaremos en qué consisten los brackets linguales y detallaremos cuáles son sus principales ventajas y desventajas.

¿Qué son los brackets linguales?

La ortodoncia lingual está basada en unos brackets que se colocan en la cara interna (lingual) de los dientes. Por tanto, son totalmente imperceptibles cuando la persona sonríe.

La ortodoncia lingual es igual de eficaz que otros tratamientos basados en brackets (como los metálicos o los transparentes). Por tanto, sirve para corregir los mismos problemas relacionados con el alineamiento y la mordida de los dientes (apiñamiento, mordida abierta, sobremordida, diastemas…).

Sin embargo, los brackets linguales funcionan de manera ligeramente distinta al resto, ya que su proceso de fabricación es más avanzado. Esto se debe a que cada bracket se confecciona de manera personalizada, a medida de los dientes del paciente.

Por tanto, los brackets linguales han sido específicamente diseñados para ser colocados en la cara interior del diente. Es decir, no son unos brackets convencionales que se colocan en dicha zona.

Esto se debe, entre otras cosas, a que los brackets invisibles están en contacto con la lengua. Por ello, deben contar con un diseño especial para que sean cómodos y no interfieran en el habla.

¿Cómo se colocan los brackets linguales?

Los brackets linguales se pueden colocar mediante dos técnicas: el cementado directo y el cementado indirecto.

El cementado directo es el método de colocación tradicional. Para llevarlo a cabo, el ortodoncista debe colocar los brackets, uno a uno, en los dientes del paciente. Esto implica un mayor tiempo de colocación, por lo que la persona debe permanecer mucho tiempo con la boca abierta.

El cementado indirecto es una técnica de colocación más novedosa, rápida y cómoda para el paciente. Consiste en colocar todos los brackets fuera de la boca, en una férula. A continuación, los brackets se transfieren desde dicha férula a los dientes del paciente.

Dada las numerosas ventajas que ofrece este último método, vamos a explicar cómo se colocan los brackets linguales por cementado indirecto:

Escaneo de la boca

El ortodoncista escanea la boca del paciente mediante un escáner intraoral en tres dimensiones. De esta manera, recogerá tanto las medidas de los dientes como su anatomía, para posteriormente fabricar los brackets y el arco de forma personalizada.

Envío de registros

Tras el escaneo, el profesional enviará los registros obtenidos al laboratorio para que comience con la fabricación de los brackets y el arco.

Gracias al escáner intraoral en tres dimensiones, es posible realizar un envío digital, lo que acorta mucho los tiempos y permite que el paciente pueda comenzar su tratamiento de ortodoncia antes.

En caso de no contar con un escáner intraoral en 3D, habría que enviar los registros de manera física, lo que podría demorarse varios días.

Preparación de los dientes

Una vez que hemos recibido el aparato, citamos al paciente para proceder a su colocación. En este punto, limpiamos y secamos los dientes. Posteriormente, aplicamos un producto adhesivo que permite la fijación de los brackets.

Colocación de los brackets

Antes de la cita, los ortodoncistas colocan los brackets linguales en la férula que servirá para transferir la ortodoncia a los dientes del paciente. De esa manera, una vez que llega el paciente a la consulta solamente habrá que colocar la férula en su boca y presionar durante unos minutos para que los brackets se fijen correctamente a los dientes.

Colocación del arco

El último paso del proceso consiste en la colocación del arco. Una vez que los brackets linguales han quedado correctamente sujetos, se coloca el arco entre ellos y se ajusta. Así, la ortodoncia podrá empezar a realizar los movimientos planificados en los dientes.

Dicho todo lo anterior, conviene mencionar que, en muchos casos, la colocación completa de la ortodoncia lingual se realiza en dos sesiones. Es decir, en una primera cita se colocan los brackets de la arcada inferior y, una semana después, se colocan los de la arcada superior.

Esto resulta más beneficioso para el paciente por dos motivos. Por un lado, el proceso de adaptación a la ortodoncia es más sencillo y paulatino. Por otro lado, la cita de colocación de los brackets linguales es más corta.

Ventajas de los brackets linguales

Las principales ventajas de los brackets linguales son las siguientes:

  • Únicos 100% invisibles: al ser colocados en la cara interna de los dientes son totalmente imperceptibles ante los ojos de los demás.
  • Eficaces: permiten solucionar las mismas maloclusiones que el resto de brackets (dientes apiñados, sobremordida, mordida abierta, separaciones entre dientes…).
  • Más pequeños: el hecho de que su proceso de fabricación sea personalizado, permite optimizar al máximo el área de adhesión. Esto hace que se puedan confeccionar brackets pequeños y con un grosor mínimo, lo que favorece la comodidad del paciente.
  • Progresos visibles: al estar colocados en la cara interna de los dientes, otro de los beneficios de los brackets linguales es que permiten observar la evolución de la sonrisa. Por tanto, el paciente puede ver, poco a poco, cómo se van colocando sus dientes.
  • No dañan el esmalte: al colocarse en la cara interna de los dientes, no existe ningún riesgo de que puedan dañar o afear la parte más visible de la sonrisa. Esto, aunque es un riesgo bajo, puede suceder con los tratamientos basados en brackets vestibulares (colocados en la cara externa de los dientes).

Desventajas de los brackets linguales

Las principales desventajas de los brackets linguales son las siguientes:

  • Precio: este es el inconveniente más importante que encuentran las personas interesadas en la ortodoncia lingual. Debido a su minucioso proceso de fabricación y a su invisibilidad, los brackets linguales son el tratamiento ortodóncico más caro del mercado.
  • Periodo de adaptación: a pesar de que los brackets linguales sean pequeños y tengan un grosor mínimo, requieren un periodo de adaptación de unas dos semanas. Durante los primeros días, es normal que la persona experimente alguna dificultad para pronunciar determinadas palabras. Además, al principio es necesario usar cera de ortodoncia para evitar las molestias en la lengua.

Por último, conviene mencionar que la ortodoncia lingual también conlleva ciertos inconvenientes asociados a los tratamientos con brackets.

Por ejemplo, es fundamental cepillarse los dientes de manera cuidadosa después de cada comida, ya que el aparato impide llegar a todos los rincones de los dientes. Esto favorece la aparición de placa bacteriana y la mayor propensión a desarrollar caries o enfermedades periodontales (gingivitis o periodontitis).

Además, al igual que otros brackets, la ortodoncia lingual conlleva algunas restricciones en la alimentación. Y es que, como los brackets van adheridos al diente, se deben evitar determinados alimentos que puedan quedarse pegados a ellos (chicles, turrón blando…). También hay que restringir el consumo de ciertos alimentos duros que puedan provocar que los brackets se caigan o despeguen. Por ejemplo, los kikos.

Por último, se debe evitar la costumbre de comer bocadillos o manzanas a mordiscos. Aunque estos alimentos se pueden continuar consumiendo, es necesario partirlos en trozos pequeños antes de llevárselos a la boca.

En el caso de que no se desee lidiar con estos inconvenientes diarios, una buena opción es recurrir a los alineadores invisibles. A pesar de su nombre, no son 100% invisibles, pero sí pasan prácticamente inadvertidos incluso en distancias cortas.

Además, los pacientes que los llevan no tienen que enfrentarse a los inconvenientes relacionados con el periodo de adaptación, la higiene y la alimentación. Por último, los alineadores invisibles tienen un precio más económico que los brackets linguales.

Todo ello hace que, hoy en día, la ortodoncia invisible sea más demandada por los pacientes que los brackets linguales.

¿Duele la ortodoncia lingual?

Los brackets linguales requieren un periodo de adaptación de dos semanas, aproximadamente. En este tiempo, es normal que el paciente tenga molestias o dolor en la lengua y los dientes.

En el caso de los dientes, las molestias pueden aparecer tanto de manera espontánea como al masticar. Hay que tener en cuenta que los brackets ejercen presión sobre ellos, al igual que ocurre con el resto de tratamientos de ortodoncia. Por ello, entra dentro de la normalidad experimentar cierto grado de dolor e incomodidad. Sin embargo, estas sensaciones van remitiendo a medida que la persona se acostumbra al aparato.

Por lo general, las molestias provocadas por la presión en los dientes se caracterizan por ser llevaderas e ir disminuyendo con el paso de los días. Aun así, el paciente puede pedir al dentista que le prescriba medicación analgésica.

Por su parte, la incomodidad relativa a la lengua puede calmarse con el uso de cera de ortodoncia alrededor de los brackets. De esta manera, se evita el roce y el contacto directo de los elementos metálicos con la lengua.

Pasadas las dos primeras semanas, lo normal es que la ortodoncia lingual no duela ni sea molesta. Una vez que el paciente se haya acostumbrado a ella, desarrollará su vida con total normalidad.

¿Cuánto tiempo se usan los brackets linguales?

La duración del tratamiento con brackets linguales está estrechamente relacionada con la complejidad del caso y el grado de maloclusión que presente el paciente. Normalmente, la ortodoncia lingual debe llevarse alrededor de 18 meses. Dicho esto, hay casos más sencillos que se solucionan en menos tiempo, mientras que otros tratamientos deben extenderse hasta los 24 meses.

Si estás pensando en optar por un tratamiento con brackets linguales y quieres más información, te recomendamos que acudas a nuestras clínicas dentales a una primera visita sin compromiso.