Dr. Alberto Cuevas
¿Cómo saber si tengo bruxismo?
Publicación: 3 NOVIEMBRE 2025

Si alguna vez te has despertado con la mandíbula cargada y dolor de cabeza o notas que tus dientes se han desgastado con el tiempo, puede que estés bruxando. El bruxismo es el hábito involuntario de apretar y/o rechinar los dientes, sobre todo durante el sueño. Si te estás preguntando cómo saber si tienes bruxismo, a continuación te contamos las principales señales para identificarlo, qué hacer si sospechas que lo tienes y cómo lo diagnosticamos en las clínicas MAEX.

Puntos clave

  • Si te despiertas con la mandíbula cargada, dolor de cabeza o notas dientes más planos y sensibles, es probable que estés bruxando.
  • Tu pareja puede oír el rechinar nocturno y percibir microdespertares y movimientos durante el sueño: este tipo de señales externas pueden levantar las primeras sospechas.
  • La higiene del sueño, la relajación de la mandíbula, el control del estrés y evitar morder uñas o bolis pueden mejorar los síntomas.
  • El diagnóstico combina historia clínica, exploración muscular y dental y registros digitales. Si hace falta también se puede derivar al paciente a otros profesionales para realizar un estudio del sueño.

Síntomas del bruxismo

El bruxismo no se manifiesta igual en todas las personas. Aun así, hay un conjunto de señales muy típicas que te ayudarán a reconocerlo.

  • Dolor o rigidez en la mandíbula al despertar: sensación de “mandíbula cansada”, dificultad para abrir bien la boca por la mañana o chasquidos en la articulación mandibular.
  • Dolor de cabeza (especialmente en la sien) y dolor cervical: el sobreesfuerzo de los músculos masticatorios puede irradiar a cabeza y cuello.
  • Desgaste dental: los bordes de los dientes se ven más planos o “limados”. Con el tiempo pueden aparecer fracturas del esmalte o microfisuras.
  • Dientes sensibles al frío, calor o dulce: al reducirse el esmalte, la dentina queda más expuesta.
  • Encías retraídas o molestias al masticar: por la sobrecarga mecánica en dientes y tejidos de soporte.
  • Sueño no reparador: es frecuente despertarse con sensación de no haber descansado.

Señales que otros pueden notar

A veces, quienes duermen al lado pueden detectar pistas que la persona bruxista no percibe:

  • Ruidos nocturnos: al rechinar o apretar los dientes por la noche.
  • Microdespertares o movimientos repetidos durante el sueño.

¿Qué hacer ante la sospecha de bruxismo?

Si te reconoces en varios de los síntomas anteriores, lo mejor es actuar pronto. Cuanto antes lo abordes, más sencillo será evitar desgastes y molestias.

  • Observa y anota tus síntomas: cuándo aparecen, si son peores por la mañana, qué días te notas más tenso, etc. Un pequeño diario te servirá para contarlo con detalle en la consulta.
  • Cuida tu rutina de sueño: intenta mantener horarios regulares, limita las pantallas por la noche y evita estimulantes (café, bebidas energéticas, alcohol…) a última hora del día.
  • Relaja la musculatura: puedes probar el calor húmedo en la zona de la mandíbula durante 10-15 minutos, los estiramientos suaves y el automasaje de músculos maseteros y temporales.
  • Evita hábitos que empeoran la carga, como masticar chicle a diario, morder bolígrafos o uñas y usar los dientes para abrir envases.
  • Intenta controlar el estrés: prueba técnicas de respiración, ejercicio moderado, mindfulness o terapia psicológica si lo necesitas. El estrés es un gran disparador del bruxismo.
  • No uses férulas genéricas sin valoración: las férulas estándar que se pueden encontrar en farmacias o a través de Internet no están personalizadas. Pueden no aliviar y, en algunos casos, empeorar el problema. Es mucho más seguro y eficaz un tratamiento a medida tras el diagnóstico de un dentista.
  • Pide cita para una valoración clínica: en MAEX estudiaremos tu caso y, si procede, te propondremos el tratamiento más adecuado, que puede ser una férula de descarga personalizada y otras medidas complementarias.

Diagnóstico del bruxismo

Para confirmar si realmente bruxas y, sobre todo, cómo te está afectando, es fundamental realizar una valoración completa.

Historia clínica

El odontólogo debe indagar acerca de aspectos como síntomas, horarios, intensidad del dolor, calidad del sueño, hábitos y nivel de estrés. También hay que revisar medicación, antecedentes odontológicos y posibles tratamientos en curso, como la ortodoncia.

Exploración de músculos y articulación temporomandibular (ATM)

Hay que hacer una exploración física y palpar los músculos (maseteros, temporales y cervicales) para identificar puntos dolorosos o contracturas. Asimismo, se comprueba apertura bucal, desviaciones, chasquidos o bloqueos de la ATM. Esto orienta al profesional sobre el estado de la sobrecarga muscular y la función articular.

Evaluación dental detallada

A continuación, se buscan signos directos de bruxismo:

  • Señales de desgaste en incisivos, caninos y molares.
  • Microfisuras, fracturas o restauraciones descementadas por sobrecarga.
  • Hipersen­sibilidad y exposición de dentina.
  • Movilidad dentaria localizada cuando la fuerza se concentra en dientes concretos.
  • Cambios en la mordida (oclusión): se valoran contactos prematuros, guía canina alterada o interferencias.

Registros fotográficos y modelos digitales

Hay que tomar fotografías intraorales y extraorales para documentar puntos de desgaste y posición mandibular. Con el escáner intraoral que utilizamos en las clínicas dentales MAEX obtenemos modelos en 3D que nos permiten medir el avance del desgaste a lo largo del tiempo y diseñar, si es necesario, una férula de descarga precisa y estable.

Estudio oclusal

Mediante papel articular y sensores digitales valoramos cómo contactan los dientes al cerrar la boca y al deslizar la mandíbula (protrusión y lateralidades). Esto es clave para ajustar la férula y repartir fuerzas de forma segura.

Pruebas complementarias

En algunos casos, según las circunstancias del paciente, se pueden sugerir pruebas complementarias como las siguientes:

  • Radiografías (ortopantomografía o periapicales) para revisar raíces dentales y hueso de soporte.
  • Poligrafía o estudio de sueño si hay sospecha de trastornos respiratorios (ronquidos, apnea del sueño…) que conviene tratar paralelamente.

Diagnóstico y plan personalizado

Con toda la información, se estudia el caso del paciente y se puede proponer el plan de tratamiento más adecuado. Las opciones más habituales para tratar el bruxismo son las siguientes:

  • Férula de descarga a medida: dispositivo semirrígido y personalizado que protege los dientes y reduce la activación muscular de la mandíbula.
  • Rehabilitación dental (carillas, reconstrucciones, coronas…) cuando ya existe pérdida de estructura dental que conviene reparar.
  • Fisioterapia orofacial y pautas de relajación para romper el círculo de tensión.
  • Abordaje del estrés y hábitos: a veces la clave está en pequeñas rutinas bien implementadas.
  • Coordinación con otras especialidades (medicina del sueño, psicología, fisioterapia…), cuando proceda.

En resumen: si te preguntas “¿cómo saber si tengo bruxismo?”, la respuesta está en escuchar a tu cuerpo (síntomas), observar tus dientes (señales objetivas) y confirmarlo en la consulta del dentista con una exploración completa. No te preocupes si el proceso te suena complejo: en MAEX Dental contamos con odontólogos con amplia experiencia en el tratamiento del bruxismo, hacemos este tipo de valoraciones a diario y te podemos explicar el procedimiento paso a paso y de forma clara.

Si te has visto reflejado en varias de las señales, no lo dejes para más adelante. Llama y solicita tu primera consulta sin compromiso.