Los dientes apiñados son una de las alteraciones bucodentales más frecuentes entre la población, tanto en adultos como en niños y adolescentes. Por eso, no es de extrañar que también sean una de las maloclusiones que más tratamos en las clínicas dentales MAEX.
¿Qué son los dientes apiñados?
Los dientes apiñados son una maloclusión que se caracteriza por la falta de espacio en la arcada superior y/o inferior, lo que impide que los dientes se alineen correctamente. Al no caber todas las piezas dentales en la arcada, estas se encuentran amontonadas, superpuestas y giradas.
El apiñamiento dental puede afectar tanto a los dientes temporales (de leche) como a los permanentes. Por ello, es una maloclusión frecuente tanto en adultos como en niños y adolescentes.
¿Qué pasa si tienes los dientes apiñados?
Tener los dientes apiñados puede derivar en problemas estéticos, funcionales y de salud. Las principales consecuencias del apiñamiento son las siguientes:
- Dificultad para practicar la higiene dental: los dientes apiñados son dados a crear rincones y grietas que son difícilmente accesibles para el cepillo y el hilo dental. La dificultad para practicar la higiene diaria puede llevar a una acumulación de placa bacteriana y sarro.
- Mayor propensión a padecer enfermedades orales: la acumulación de placa bacteriana y sarro puede desencadenar en la aparición de numerosas patologías relacionadas con la falta de higiene oral, como la caries, la gingivitis y la periodontitis.
- Desgastes excesivos en los dientes: unos dientes apiñados que no encajan correctamente pueden provocar un desgaste desigual en el esmalte. Esto se debe a que hay unas piezas dentales que reciben más cargas y choques de los que pueden soportar. En consecuencia, los dientes se desgastan y pueden producirse fisuras en su esmalte. En los casos más severos, estas fisuras pueden llegar a provocar una fractura.
- Estrés adicional en la articulación temporomandibular (ATM): esta es una de las consecuencias más graves y molestas de los dientes apiñados. La falta de encaje entre los dientes puede causar sobrecarga en la articulación que conecta la mandíbula con el cráneo. Esto puede provocar dolores de cabeza, cuello y mandíbula.
- Impacto estético y psicológico: el apiñamiento de los dientes puede afectar negativamente a la apariencia de la sonrisa, lo que en algunos casos merma la autoestima de las personas.
¿Por qué se apiñan los dientes?
La principal causa del apiñamiento dental es la falta de espacio en la arcada dentaria (maxilar superior y/o mandíbula). Algunos de los motivos por los que puede producirse este déficit de espacio son los siguientes:
- Hueso maxilar pequeño: una de las principales razones del apiñamiento se encuentra en la desproporción entre los dientes y los huesos maxilares (maxilar superior y mandíbula). Un hueso maxilar más pequeño de lo normal puede dificultar la correcta erupción de los dientes y facilitar que se apiñen.
- Dientes grandes o supernumerarios: unos dientes demasiado grandes para el tamaño de los huesos maxilares también tenderán a apiñarse. Algo similar puede suceder con los dientes supernumerarios (piezas dentales extra que no forman parte del esquema habitual de dentición). En cualquiera de los dos casos, los dientes ocupan más espacio del habitual, por lo que no caben en la arcada.
- Hábitos incorrectos durante la infancia: chuparse el dedo pulgar y usar el biberón o el chupete de manera prolongada y más allá de los tres años puede causar dientes apiñados. Esto se debe a que cualquiera de las costumbres anteriores, realizadas constantemente y a edades tempranas, pueden alterar el desarrollo de los dientes y los huesos maxilares.
- Paladar ojival (estrecho): es una maloclusión dental muy asociada al apiñamiento en la arcada superior. Las personas con paladar ojival presentan un maxilar superior poco desarrollado respecto a la mandíbula. Como consecuencia tienen un paladar más estrecho y abovedado de lo normal, lo que dificulta el correcto alineamiento de los dientes superiores.
- Ausencia o pérdida temprana de dientes de leche: entre otras cosas, los dientes temporales sirven para guardar el espacio necesario para que las piezas dentales definitivas puedan erupcionar. Por eso, los niños que presentan la ausencia o la pérdida temprana de un diente tienen más riesgo de padecer apiñamiento. La razón es que, al no haber un diente de leche que “reserve” el espacio, el resto de dientes tratarán de desplazarse para ocupar el hueco vacío.
¿Cómo se soluciona el apiñamiento dental?
La solución dependerá del grado de apiñamiento dental que presente el paciente: leve, moderado o severo. En la mayoría de los casos, los dientes apiñados se corrigen mediante un tratamiento de ortodoncia. Sin embargo, en algunas ocasiones también resulta posible tratar el apiñamiento sin recurrir a la ortodoncia. A continuación, te contamos cuáles son las principales soluciones para los dientes apiñados.
1- Disyuntor de paladar
Es uno de los aparatos más utilizados para corregir los dientes apiñados en la arcada superior. Se coloca, sobre todo, en niños en crecimiento, cuando aún no se ha completado el desarrollo de sus huesos, por lo que resulta posible intervenir en ellos. Su función es expandir el paladar para crear el espacio necesario que permita alinear todos los dientes.
El disyuntor de paladar también se puede utilizar en adolescentes y adultos jóvenes pero, en este caso, deberá usarse con microtornillos.
2- Ortodoncia
Como ya hemos adelantado, la ortodoncia es el principal tratamiento para corregir los dientes apiñados. Esto se debe, entre otras cosas, a que permite tratar casos leves, moderados y severos.
Dentro de los tratamientos de ortodoncia se puede optar tanto por brackets como por alineadores transparentes. En caso de decidirse por los brackets, se puede recurrir a distintos tipos: metálicos, estéticos o linguales.
3- Ortodoncia y cirugía ortognática
Esta opción de tratamiento se reserva para los casos severos, cuando los dientes apiñados tienen su origen en alteraciones graves en el tamaño y la posición de los huesos maxilares. Como consecuencia, resulta necesario recurrir a una cirugía ortognática para corregir el tamaño y la posición de los huesos maxilares y a un tratamiento de ortodoncia para corregir la posición de los dientes.
Como ves, existen distintos tratamientos para solucionar el apiñamiento. Por ello, cada opción debe ser estudiada y planificada por un ortodoncista, quien evaluará la severidad del apiñamiento, la salud general de los dientes y las encías y las necesidades estéticas y funcionales del paciente.
Si quieres que sean nuestros ortodoncistas, quienes cuentan con décadas de experiencia en el tratamiento de los dientes apiñados, los que te valoren, llama a nuestras clínicas dentales y solicita tu primera consulta. En MAEX contamos con profesionales dedicados en exclusiva a la Ortodoncia, lo que maximiza las posibilidades de un diagnóstico certero y de un resultado exitoso y duradero.